jueves, 29 de octubre de 2009

MÓDULO 5: ENSEÑAR Y APRENDER EN REDES.-

Mucho se ha escrito en relación a cómo la escuela no puede permanecer estática frente a la nueva sociedad del conocimiento. Por ello, coincido con Javier Echeverría cuando afirma: “Hay que diseñar ante todo nuevos escenarios educativos donde los estudiantes puedan aprender a moverse e intervenir en el nuevo espacio telemático”. Y más adelante, afirma: “Se requieren acciones enérgicas para garantizar el derecho universal a la educación en el nuevo espacio social” (Echeverría, 2.000).

El gran compromiso de todos los actores educativos es, entonces, brindar las condiciones para que esos escenarios puedan desarrollarse. Y, en este sentido este autor, advierte: “Se deben tomar una serie de acciones para desarrollar la educación en E3 – tercer entorno – y no simplemente para utilizar las nuevas tecnologías de la información y de las telecomunicaciones como herramientas para mejorar la educación en E2 y en E1 – entornos naturales y urbanos, respectivamente – “. Esto significa claramente cambiar paradigmas de enseñanza y aprendizajes a través del uso de las TIC.

En este sentido, el blended learning entendido como un aprendizaje electrónico a través de la integración de encuentros o clases presenciales y desde la red, o “Modelo de enseñanza y aprendizaje integrados”, como lo llama García Aretio, nos permite repensar el escenario educativo actual, en virtud de las ventajas que el mismo García Aretio, entre otros autores, le asignan (García Aretio, Editorial BENED, Octubre de 2.004).

Pero permítanme mencionar la impresión que me causó elaborar colaborativamente, y sobre todo compartir, los trabajos realizados en base a la propuesta grupal de enseñanza de este módulo, basada en la continuidad del guión de la película “El espejo tiene dos caras” y las multifacéticas respuestas de parte de los compañeros de la diplomatura, ya que constituyen un ejemplo cabal de cómo se aprende desde la diversidad.

Quisiera traer aquí lo desarrollado por Alicia W. de Camilloni y otras, cuando, desde su trabajo: “La evaluación de los aprendizajes en el debate didáctico contemporáneo”, en 1.998, expresan: “El número de alumnos ha aumentado en los niveles de educación básica, secundaria y superior, planteando el requerimiento de encontrar las técnicas adecuadas para la enseñanza de grupos numerosos, así como las técnicas de evaluación que puedan acompañar adecuadamente a una enseñanza que promueva aprendizajes significativos en todos los alumnos, que evite el fracaso escolar, la repitencia y la deserción y que permita hacer efectivo el propósito de igualar las oportunidades educativas reconociendo los derechos a la igualdad así como a la diversidad de los rasgos personales de los alumnos”. El gran desafío de la educación en la República Argentina es cómo compatibilizar una educación de inclusión con una educación de calidad, es decir, educación de calidad para todos. Es indudable, entonces, que no podemos seguir aplicando estrategias de enseñanza para una escuela que priorizaba un aspecto sobre el otro. La sociedad y los alumnos han cambiado. La escuela debe hacer lo mismo.

La modalidad del blended learning atiende a la diversidad desde el momento que permite que el alumno llegue y construya el conocimiento desde su propia historia personal y con los tiempos que cada actividad propuesta por el docente le demande (dentro de ciertos límites, por supuesto). Puede consultar con sus compañeros, aprende nuevos caminos para llegar al resultado (fuentes de información desconocidas, nuevas herramientas de la web 2.0 ya manejadas por sus compañeros, criterios o enfoques distintos, consultas sincrónicas y asincrónicas, etc.). De esta manera se llega a un mayor compromiso en la tarea, no fácil, de “aprender”. En este sentido debemos citar a Elena Barberá y otros: “Uno de los requerimientos de cambio proviene de la fuerte implicación que asumirían los estudiantes al tener que aumentar su conocimiento sobre su propio proceso de aprendizaje, tendiendo hacia la promoción de una evaluación basada en competencias de aprendizaje” (Barberá y otros, 2.009), al referirse a la herramienta de los portafolios electrónicos en la educación superior en España.

Lo indicado en las citas precedentes han quedado evidenciadas por nosotros en el trabajo grupal de este módulo en la diplomatura: recurrir a las experiencias individuales para, entre todos, llegar a una meta común; acompañar y sentirse acompañado en el aprendizaje de estrategias y herramientas desconocidas por algunos; sentirse comprometido con la “suerte” del grupo; realizar aportes significativos, etc. Y, finalmente, la riqueza de la exposición de todos los trabajos realizados nos permite advertir diversas miradas (y no sólo la del docente o del alumno más destacado); ampliar aún más los conocimientos alcanzados; reflexionar sobre los aprendizajes realizados; advertir errores y corregirlos, etc.

Pero hay una pregunta que debemos responder: ¿Por qué no pueden darse estas actividades en el sistema presencial? ¿Qué nuevos aprendizajes pueden llevarse a cabo desde lo no presencial que no pueda hacerse desde lo presencial? Y la respuesta estará íntimamente vinculada, por supuesto, a qué queremos enseñar y cómo vamos a evaluar los aprendizajes. Es decir, si estamos de acuerdo en que el nuevo escenario educativo debe propender a una educación no basada en la acumulación de conocimiento efímero sino en el aprendizaje de competencias según los distintos perfiles, la evaluación, como forma de acreditación, no sólo deberá realizarse como una indagación sobre qué conocimientos sabe o no sabe el alumno, sino para qué competencias está preparado. Por lo tanto, en la formación de grupos numerosos en la educación superior, por ejemplo, se hacen imprescindibles nuevas herramientas de evaluación ya que las realizadas en el sistema de presencialidad resultan insuficientes, sobre todo en tiempo, para trabajarse desde la diversidad. Un alumno tímido o inseguro, por ejemplo, no participará en una clase numerosa, pero sí se verá en la “obligación” de hacerlo al trabajar en línea. Esto, reforzará, sin duda, las competencias comunicacionales de dicho alumno. En otro caso, el alumno poco propenso a compartir experiencias de aprendizaje o a trabajar en grupo, podrá salir airoso en una evaluación bajo el régimen presencial, pero seguramente deberá esforzarse por mejorar su competencia para admitir la opinión del otro, la forma de trabajar y de expresarse, si lo hace desde la no presencialidad.

Por ello, el blended learning ayudará al alumno a desarrollar competencias de aprendizaje que lo harán menos dependiente de contextos externos para adquirir y generar nuevos conocimientos y competencias, ya que permite el aprendizaje colaborativo y la autorreflexión de sus propios procesos de aprendizaje.

Bibliografía

- ECHEVERRÍA, J. "Educación y tecnologías telemáticas" en Revista Iberoamericana de Educación - Número 24 Monográfico: TIC en la educación / Septiembre - Diciembre 2000 EI- Ediciones.

- GARCÍA ARETIO, L. “Blended Learning, ¿enseñanza y aprendizaje integrados?” en Editorial publicado en el Boletín Electrónico de Noticias de Educación a Distancia (BENED) –Octubre de 2.004.

- GARCÍA ARETIO, L. “Blended Learning, ¿es tan innovador?” en Editorial publicado en el Boletín Electrónico de Noticias de Educación a Distancia (BENED) –Septiembre de 2.004.

- AREA MOREIRA M. “¿Qué aporta Internet al cambio pedagógico en la educación superior?” Universidad de La Laguna. En R. Pérez (Coord): Redes multimedia y diseños virtuales. Actas del III Congreso Internacional de Comunicación, Tecnología y Educación. Universidad de Oviedo. Septiembre 2000, pgs. 128-135.

- GEWERC BARUJEL, A. “El uso de weblogs en la docencia universitaria” en Revista Latinoamericana de Tecnología Educativa, 4 (1), 9 - 23. (2005).

- GARCÍA ARETIO, L. “Bitácoras (weblogs y educación)” en Editorial publicado en el Boletín Electrónico de Noticias de Educación a Distancia (BENED) –Septiembre de 2.005.

- RODRÍGUEZ CONDE, M. “Aplicación de las TIC a la evaluación de alumnos universitarios” en Revista ElectrónicaTeoría de la Educación: Educación y Cultura en la Sociedad de la Información número 6 (2)-2005. Universidad de Salamanca.

- AGRA M. J. y OTROS “El portafolios como herramienta de análisis en experiencias deformación on line y presenciales”. Universidad de Santiago de Compostela (2002).

- CAMILLONI, A. Y OTRAS,La evaluación de los aprendizajes en el debate didáctico contemporáneo”, Paidós, Buenos Aires. (1998).

- BARBERA, E. Y OTROS "Portafolios electrónicos y educación superior en España: Situación y tendencias"; RED, Revista de Educación a Distancia. Número monográfico VIII.- 30 de Abril de 2009. Número especial dedicado a Portafolios electrónicos y educación superior.

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